Reflexiones Bíblicas
San Juan 6,30-35

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J  

 

 

En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: "¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."" Jesús les replicó: "Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo." Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de este pan." Jesús les contestó: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed."

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La respuesta de Jesús es tajante: el maná no era pan del cielo; es además cosa del pasado. El pan de Dios es cosa del presente y consiste en una comunicación incesante de vida que Él hace al mundo. Como el maná llovía de lo alto, este pan baja del cielo, pero sin cesar; y no se limita a dar vida a un pueblo; da vida a toda la humanidad.

Como se ha visto en el episodio precedente, el pan expresa el amor de Dios creador; el pan del cielo es una manifestación de ese amor superior a la del pan material.