Reflexiones Bíblicas
San Juan 14,27-31a

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J  

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago."

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Ir al Padre, aunque sea a través de la muerte, no es una tragedia, puesto que esa muerte va a ser la manifestación suprema del amor del Padre (12,27s). El Padre es más que Jesús, porque en él Jesús tiene su origen (1,32; 3,13.31; 6,61), el Padre lo ha consagrado y enviado (10,36) y todo lo que tiene procede del Padre (3,35; 5,26s; 17,7).

Había predicho la traición para que sus discípulos comprendieran la magnitud de su amor y se confirmaran en que Él era el Mesías (13,19). Repite ahora la frase (Os lo dejo dicho ahora...) a propósito de su promesa de volver. La primera vez se refería a su muerte; la segunda, a sus efectos: el triunfo de la vida en Él y en ellos.

La muerte de Jesús debe convencer a todos de la autenticidad de su mensaje y de su fidelidad al que lo envío.