Reflexiones Bíblicas

San Juan 15,1-8

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J



Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Siloán (1886_1938) monje ortodoxo 


"Sin mí, no podéis hacer nada." (Jn 15,5)


Los apóstoles vieron al Señor en su gloria cuando fue transfigurado en el monte Tabor. Pero, más tarde, en el momento de la pasión, llenos de miedo, se dieron a la fuga. Esta es la fragilidad humana. En verdad, somos hechos de tierra; más aún: de esta tierra pecadora. Por esto, el Señor dice: "Sin mí, no podéis hacer nada. " (Jn 15,5) Y es así.

Cuando la gracia está en nosotros somos humildes de verdad. Entonces, nuestra inteligencia es más viva y somos obedientes, amables, agradables a Dios y a los hombres. Pero cuando perdemos la gracia, nos secamos como un sarmiento que ha sido cortado de la vid. Si alguien deja de amar a su hermano por quien el Señor murió en medio de grandes sufrimientos, es que ha sido cortado de la vid. Pero aquel que lucha con el pecado, permanece incorporado al Señor, como el sarmiento en la vid.