Reflexiones Bíblicas

San Lucas 1,46-55 

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

María dijo:"Mi alma glorifica al Señor / 

y mi espíritu se regocija en Dios, / mi salvador, / 

porque se ha fijado en la humilde condición de su esclava. / Desde ahora me llamarán dichosa / todas las generaciones, / 

porque el todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes, / su nombre es santo; / 

su misericordia de generación en generación / para todos sus fieles. / 

Ha desplegado la fuerza de su brazo, / ha destruido los planes de los soberbios, / 

ha derribado a los poderosos de sus tronos / y ha encumbrado a los humildes; / 

ha colmado de bienes a los hambrientos / y despedido a los ricos / con las manos vacías. / 

Ha socorrido a su siervo Israel, / acordándose de su misericordia, / 

como había prometido a nuestros padres, / en favor de Abrahán / y su descendencia para siempre". 


Los escaparates seduciéndonos (proponiendo lo inalcanzable, a veces) y las calles con luces sin saber muy bien del por qué de sus destellos.

Árboles que quedaron como virtual adorno y olvidaron que son triángulo que nos lanza a la Trinidad y con sensación de una nueva vida que se abre hacia la tierra o, tal vez, buscando una razón suprema con respuesta en el cielo. 

Nacimientos que son tan sólo reflejo de la tradición del ayer, pero que, también hoy, acaso siguen siendo pequeños sacramentos de la presencia de Dios, altares de tercera división (pero altares) en cada hogar, portal, oficina o en la plaza más concurrida. 

Recetas de Nochebuena que nos enseñan a cocinar paganamente y sin necesidad de Dios .¡Todo está preparado! 

La mesa, en tensa espera, aguarda a la familia reunida; la música se hace villancico; los regalos que ahora -de repente- los trae un personaje blanco, barrigudo, sin consistencia espiritual y con catequesis meramente comercial. 

¿Todo está preparado? 

¿Y la Navidad? ¿Dónde queda el Misterio de la Navidad? 


La Navidad es gustosa al paladar cristiano, porque, en ella, DIOS VUELVE A NACER. Porque DIOS nos envuelve a todos aun a sabiendas de que el poderoso marketing se empeña en RE-ENVOLVERLO y silenciarlo. Es sabrosa la Navidad, por ser un poco de luz en medio de tanta oscuridad; porque nos da la posibilidad de renacer de nuevo; de repescar a una humanidad perdida, o que, incluso, afloren los sentimientos buenos que hemos ido abortando en el camino accidentado de la convivencia durante el resto del año. Es deleite la Navidad, porque, en medio de ella, un personaje fiel y sencillo como MARÍA alumbra lo que jamás ninguno de nosotros como Ella pudiéramos soñar, amar y esperar: JESÚS 


María es aquella que, al decir un "SI" a un ángel, fue descubriendo que Dios se hacía embrión en Ella …. haciéndola pesebre, custodia y cuna, durante nueve meses. 

María es aquella que, no satisfecha con el anuncio angélico, se puso en camino dando a conocer a sus cercanos parientes la más bella historia de amor nunca conocida: DIOS EN UNA MUJER 

Es única y grande a la vez la Navidad: Porque en estos próximos días cantamos y proclamamos con María la grandeza del Señor. Porque Dios se fijó en Ella para hacerse hombre como nosotros. Porque no buscó sangre real sino la humildad de una nazarena. Porque Dios no fue publicando su enamoramiento ni haciendo sensacionalismo a los cuatro vientos: lo hizo a la sombra de una gruta, con la confianza y discrección de un ángel emisario y en la disponibilidad de una enamorada. 

Es santa y divina la Navidad: Porque aquel acontecimiento sigue marcando la vida de muchas personas. Porque rebaja muchos orgullos y aligera muchas cruces. Porque hace que valoremos nuestra condición humana en la medida que la conectamos a Dios Porque María con su intuición supo que el nacimiento de Cristo cambiaría el rumbo de la historia de la humanidad. Y, mal que les pese, a pocos o a muchos, el nacimiento de Cristo así ha sido, lo es y creo que lo seguirá siendo. Es grande la Navidad porque, entre otras cosas, Dios nos la regaló en Belén.