Reflexiones Bíblicas

San Lucas 10,1-9

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Miras que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, por que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed los que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios.""


Hoy recordamos a dos personas que eran dirigentes y animadores de comunidades cristianas de los primeros tiempos: Timoteo y Tito. Pablo le agradece a Dios su recuerdo y su fe sincera y le pide que no tenga miedo en aceptar los trabajos del Evangelio. Su mensaje de ánimo y firmeza se dirige hoy a nosotros: Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino de energía para tomar parte activa en los trabajos, duros trabajos del Evangelio. Deben resonar con fuerza estas palabras sobre todo en los lugares donde la fe lleva asentada siglos y siglos, donde las comunidades se van vaciando porque la esperanza se pone en otras cosas, y donde los cristianos no tienen ni fuerzas ni ganas de tenerlas. Porque la fe no tiene miedo y da la cara por Jesús. En un mundo donde las diferencias entre ricos y pobres son cada vez más grandes y donde estas se aprecian claramente en un plano estructural, debemos cobrar conciencia de nuestra tarea. La lucha por la justicia, por el reparto equitativo, por las relaciones solidarias entre los países o por la conservación del medio ambiente han de tomar cuerpo y formar parte de nuestro compromiso más urgente. La creación de espacios que posibiliten el diálogo y la colaboración entre las comunidades de uno y otro lado renovará y dinamizará unas y facilitará que sea escuchada la voz de las otras.