Reflexiones Bíblicas
San Lucas 17,20-25

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: "El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros." Dijo a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación." 

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Desde que el pueblo judío regresó del exilio la esperanza en que un rey (Mesías) como David regresara para gobernar a su pueblo, se hicieron improbables. Empezaron a esperar un rey que vendría al final de los tiempos al cual le precederían en esos últimos días catástrofes, guerras, peste, hambre, carestía, etc. Es en este contexto en el que los fariseos se acercan a preguntarle a Jesús por el tiempo en que vendría el Reino de Dios.

Jesús, por el contrario de la creencia común, expresa que la venida del Reino de Dios no vendrá aparatosamente, con signos en el cielo, ni guerras, ni hambres; pues el reino ya está actuando en medio de nosotros. La presencia de Reino de Dios se hace efectiva en la acciones ayuda y solidaridad, en el interior de cada ser humano. No hay que esperar un tiempo futuro, hay que hacerlo posible ahora mismo.

Muchos anunciaran que el Hijo del Hombre ya viene, pero no será así, pues su presencia será evidente. El Reino de Dios crece en el interior de cada uno cuando nos volcamos, nos lanzamos hacía los demás. De esta manera nos vamos pareciendo un poco más a Dios. Muchas veces esperamos que las soluciones vengan de fuera. Que las soluciones a los problemas se impongan sin nuestra iniciativa, pero esto no es así. Nosotros esperamos un mundo mejor cada día con menos problemas. De nosotros depende que el futuro sea más parecido al Reino de Dios que esperamos.

El texto termina diciendo que antes tendrá que padecer mucho y ser reprobado por esta generación, refiriéndose a Jesús. Es decir, antes que pueda volver el Hijo del Hombre, Jesús tiene que sufrir. Las soluciones nos cuestan. No es fácil, pero podemos construir una comunidad mejor.