Reflexiones Bíblicas
San Lucas 19,11-28

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: "Un hombre noble se marchó a un país lejano 
para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo." 
Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: "No queremos que él sea nuestro rey." Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, 
para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez." Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás 
autoridad sobre diez ciudades." El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco." A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades." El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he 
tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras." Él le contestó: "Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías 
que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." 
Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez." Le replicaron: "Señor, si ya tiene diez onzas." "Os digo: 'Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.' Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia."" Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén. 

COMENTARIOS
El evangelio de hoy reúne dos parábolas fundidas por la tradición en una sola: la parábola de las minas y la parábola del pretendiente a la realeza. En cuanto a la del pretendiente a la realeza nos cuenta la 
historia de un rey que marchó a una país lejano para recibir la investidura real y volverse, pero unos conciudadanos no querían que gobernara y le envían una embajada. Al final el rey regresa y depone a los 
enemigos. Es una imagen para manifestar que Jesús se tendrá que ir, tendrá que morir, pero que pronto vendrá para juzgar a quienes no creían en él. 
La distancia que separa al rey de su reino debe ser entendida como el tiempo que transcurrirá entre esos sucesos. A nosotros nos corresponde mantenernos fieles a él (el rey, Jesús) para que al volver no seamos 
juzgados por infidelidad.
La parábola de las minas es muy similar a la de Mateo. El rey llama a diez de sus servidores y les da a cada uno diez minas. Es una cantidad regular de dinero. Al regreso les pide cuentas a todos por el dinero que les ha 
dejado. Los que lo han hecho producir han recibido un premio, el gobernar varias ciudades. Pero aquel que no ha producido nada es echado fuera y la mina que posee es dejada al que tiene más. Todos hemos recibido 
capacidades y dones para el servicio de los hermanos. Unos lo usan para hace r el bien y dar buenos frutos. Otros los usan para hacer daño y destruir. No siembran y por tanto no cosechan. Nuestro deber es poner 
nuestras capacidades al servicio de los demás, produciendo buenos frutos. 
Cuando no hacemos esto, nuestro propio egoísmo nos priva de compartir con los demás.