Reflexiones Bíblicas
San Lucas 12, 54-59

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo decía Jesús a la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. ¡Hipócritas!: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? 

Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo". 

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En el Evangelio, Lucas concluye este discurso de Jesús iniciado en el cap. 12 y dirigido en primer lugar a sus discípulos y luego al resto de la gente, el cual ha girado en torno a la idea de estar preparados a comenzar a abrir más y mejor la conciencia para asumir con radicalidad respecto a sus palabras y acciones. 

El tiempo es lo que los griegos denominaban kairós; esto es, «tiempo propicio», «tiempo apto para...». En la Sagrada Escritura, y en especial el Nuevo Testamento, esta calidad de tiempo adquiere un valor teológico. En la mentalidad griega de Lucas, el kairós es aquella modalidad de tiempo que permite tener conciencia de cuánto un hecho de la vida, un acontecimiento influye positiva o negativamente en la conciencia del individuo y en el mundo. Jesús se refiere a esta clase de tiempo. Reclama que así como pueden anticipar los cambios climáticos con solo ver una nube o sentir la presencia del viento en una determinada dirección, que abran bien los ojos y la conciencia para que se percaten del kairós que está sucediendo entre ellos, pues su vida va a estar determinada por la poca o mucha conciencia que tengan de él.