Reflexiones Bíblicas

San Lucas 11,27-28

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara, S.J


Comentario del Evangelio por San Bernardo : "Felices los que escuchan la palabra de Dios y la guardan"
 
Evangelio según San Lucas 11,27-28.
 
María era muy reservada; nosotros encontramos la prueba en el Evangelio. ¿Cuándo habeís visto que ella fuera locuaz o llena de presunción? Un día, ella estaba asomada a la puerta, dejando hablar a su hijo, pero no usa de su autoridad maternal ni para interrumpir su predicación, ni para entrar en la casa donde estaba el predicando (Mc,3,31)
 
SI yo tengo buena memoria, los evangelistas nos hacen escuchar por cuatro veces las palabras de Maria. La primera, cuando ella le pregunta al ángel; esperando una respuesta: La segunda, en su visita a su prima Isabel, en el momento en que es ensalzada por su prima, María quiere aun mas ensalzar al Señor. La tercera, cuando ella se queja a su hijo, a la edad de doce años, que su padre y ella misma le había buscado con inquietud. La cuarta, en las bodas de Caná, cuando ella interpela a su hijo por los servidores.
 
En todas las otras circunstancias, María se muestra lenta en el hablar, pronta para la escucha, pues ”ella conservaba todas estas palabras , meditándolas en su corazón” (Lc 2,19.51). No, no encontrareis en ninguna parte que ella hay hablado, del mismo misterio de la Encarnación. ¡Desdichados nosotros que debemos respirar por la nariz! ¡ Desdichados nosotros que desparramamos nuestra alma, como un recipiente que está agujereado!
 
¡Que fe tenía Maria al escuchar a su hijo, no solamente hablaba en parábolas a la multitud, pero en la intimidad, revelaba a sus discípulos los secretos del Reino de los cielos! . Ella le ha visto hacer milagros, después suspendido en la cruz, muerto, resucitado, y subido al cielo. ¿Qué fe nos dice a nosotros que en todas estas circunstancias la voz de la Virgen se escuchó?.....Cuanto mas que María es grande ya que ella se humilló no solamente en todo, sino mas que todos.