Reflexiones Bíblicas
San Lucas 21, 29-33

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J    

 

 

En aquel tiempo puso Jesús una comparación a sus discípulos: "Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca. Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios. Os aseguro que, antes que pase esta generación, todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán".

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Nótese que Jesús habla aquí de la cercanía y llegada del reino de Dios. Lucas evita darle a estas palabras el acento de fin del mundo o de juicio universal como sí lo hace Mateo. La cercanía y llegada del reino sí pondrán un final, pero no al mundo o a la creación como tal, sino a un sistema injusto. Esa llegada tienen que prepararla los seguidores de Jesús crear el ambiente propio en donde cada uno se compromete a dejarse transformar por la palabra y al mismo tiempo se empeña en ayudar en la transformación de los otros. Para esto es necesario estar muy atentos a los signos del tiempo, son muchas las situaciones, y personas y de colectividades que diariamente se presentan ante nosotros como verdaderos y legítimos signos de la cercanía del reino, con todo, muchas veces los desechamos, los desautorizamos y hasta los acusamos o perseguimos porque «no se ajustan a la norma o a lo establecido». Pero también sucede que muchas veces pretendemos aparecer o hacer aparecer nuestras acciones como «señales del reino» cuando en realidad no lo son. Prueba de ello es que no causan ningún desajuste, ningún escozor en el medio en que vivimos, no generan recelo ni desconcierto en el ambiente social, político o religioso de donde trabajamos o nos movemos. ¿Será «prudencia» evangélica? o ¿Será más bien que nuestra acción como discípulos se confunde con lo que está mandado, con lo establecido, al punto de no diferenciarse en nada? No deja de ser cuestionante el hecho de que hoy, cuando la vida, la dignidad, la justicia están siendo tan tremendamente amenazadas, los cristianos seguimos tan impávidos, y prueba de ello es que ¡no son frecuentes las noticias sobre persecución a cristianos comprometidos con el reino!