Reflexiones Bíblicas
San Lucas 9,1-6

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: "No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.


COMENTARIOS

La misión de los Doce va precedida de una convocatoria en que Jesús les dio «fuerza y potestad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades» (9,1). Esta puntualización es muy importante, de otra manera no se comprenderá, al final de la estructura, que Jesús vitupere a todos en general, incluidos los discípulos, de «generación incrédula y pervertida», después que éstos no han sido capaces de expulsar el demonio del niño epiléptico (9,39-41). La «fuerza» les ha sido concedida para que curen los enfermos; el «poder/potestad», para que expulsen toda clase de demonios.

La misión ha de consistir en la proclamación del reino de Dios avalada por las curaciones para las que les ha conferido fuerza y potestad. En las recomendaciones se les indica con toda claridad que el campo de misión son «las casas» (v. 4) y «los pueblos» (v. 5).

La realización de la misión no alcanza ni de lejos los hitos que Jesús les había señalado. Lucas puntualiza que «fueron de aldea en aldea» (9,6a). Por lo que hace a las curaciones, se dice que iban «curando en todas partes», pero no que hayan expulsado ninguna clase de demonios. Más adelante veremos que son incapaces de liberar a nadie.

En lo que respecta, finalmente, a la proclamación del reino de Dios, se comprueba que «anunciaban la buena noticia», sin otra precisión. Para hacer un balance fundado de la misión de los Doce, sería necesario contrastarla con la misión de los Setenta, donde se afirma expresamente que los demonios se les sometieron y se nos informa a posteriori que Jesús les había dado «potestad... sobre todo el ejército del enemigo» (cf. 10,17-20).