Reflexiones Bíblicas
San Lucas 14,12-14

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."

COMENTARIOS

Nada hace al hombre más parecido a Dios que la facultad de dar. Y si los dones de uno son más grandes que los del otro, que lleguen a ser a la medida de cada uno. Dios ha creado al hombre y lo ha levantado después de su caída. Así, pues, tú no menosprecies al que ha caído en la miseria. Dios ha tenido para con el hombre una compasión muy grande. Le ha dado la Ley y los profetas después de haberle dado la ley natural no escrita; le ha dado un maestro… y un pedagogo… Finalmente se dio el mismo en rescate por la vida del mundo…

Cuando tú navegas viento en popa, tiendes la mano a los que naufragan. Cuando tienes buena salud y en nadas en la abundancia, socorre al desgraciado. No esperes a comprobar, en detrimento de ti mismo, cuan malo es el egoísmo y cuan bueno es abrir el corazón a los que están necesitados. Vigila, porque la mano de Dios se cierne sobre los presuntuosos que se olvidan de los pobres. Saca una buena lección de los males de los otros y sé pródigo con el indigente aún en las necesidades más pequeñas. Nada será despreciable para el que le falta de todo.

Dios no te pedirá nada más si haces todo lo que está de tu parte. Que tu prisa en dar supla a tus riquezas presentes. Si no tienes nada, ofrece tus lágrimas. Nada hay más reconfortante para el desgraciado que la piedad que brota del corazón, y una compasión sincera suaviza el sufrimiento.

San Gregorio de Niza