Reflexiones Bíblicas
San Lucas 17,20-25

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: "El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros." Dijo a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación."

COMENTARIO

KOINONÍA 2007

Jesús, desvirtuando la creencia común, asegura que la venida del reino de Dios no llegará en forma aparatosa, ni con signos en el cielo, guerras ni hambrunas; porque el reino ya está actuando en medio del mundo; su consumación ha empezado a realizarse con su propia llegada. Aunque muchos de sus interlocutores no han querido reconocerlo.

El reino de Dios crece desde las personas y grupos cuando nos volcamos hacia los demás. Nos vamos pareciendo así un poco más a Dios.

A veces esperamos que las soluciones a los problemas vengan desde afuera; que se impongan sin nuestra iniciativa. Pero el reino de Dios no avanza así. Esperamos "un cielo nuevo y una tierra nueva" (Is 66,17;66,22;2P 3,13;Ap 21,1). Pero que el futuro sea más parecido al reino de Dios que esperamos depende de nosotros. Construirlo es tarea nuestra. La presencia del reino de Dios se hace efectiva desde el interior de cada cual y sus comunidades, en la acciones por la justicia, la dignidad humana, la solidaridad. Hay que hacerlo posible ahora mismo, sin esperar un tiempo futuro.