Reflexiones Bíblicas
San Lucas 21,5-11

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: "Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido." Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?" Él contestó: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida. Luego les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo."

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Ante la pregunta de los discípulos, Jesús da una respuesta muy poco concreta: el final no vendrá en seguida. Importa más que conocer su fecha exacta, adoptar una actitud adecuada para esperarla. Siempre hay que encontrarse preparados ante la llegada del Señor.

Cada uno de nosotros está llamado a saber discernir el paso del Señor por los acontecimientos que presenciamos en nuestra vida ordinaria, social y personalmente, sin perder nunca la calma y sin dejar de confiar en el Padre Dios.

Jesús continúa siempre presente entre nosotros por medio del Espíritu. A través de Él nos dará palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario.

Jesús nos insta a perseverar en el bien, a resistir las tribulaciones que pueden acumularse en el discurrir de cada día y a ser testigos del Dios vivo en el mundo convulso que nos toca vivir.