Reflexiones Bíblicas

San Lucas 8,16-18

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener". 

Comentario al evangelio por Marcel B astin:

Diuos es un Padre que ciega al que lo mira. Es demasiado fulgurante para que se pueda ver de cara; por eso sólo se deja ver de espaldas. Desde toda la eternidad, el Verbo ha nacido de le esa luz. Luz nacida de la luz, con esa claridad venida de arriba. La lámpara fue colocada sobre el lampàrario, y desde entonces la cruz da un sentido nuevo a la morada de los hombres, a su historia personal y colectiva.

Se encendió la lampara, y los rincones obscuros quedaron limpios de sus tinieblas. apareció Jesús, y quedaron liberados los más secretos deseos. Nada hay oculto que no se ponga de manifiesto, nada débil que no quede renovado. La luz es vida y resurrección. En las tinieblas del corazón, de la desesperación, del hastío, de la vergüenza, de la envidia, de la sospecha que nadie aclara, de la necesidad que nadie adivina, de la tristeza que nadie sondea: en todos esos repliegues sin número brilla sin cesar la luz pura y divina. La lámpara no existe más qaue para iluminar la habitación. Jesús ha venido para que aparezca la vida, la esperanza, la renovación.

"Vosotros sois la luz del mundo. Que vuestra luz brille ante los ojos de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen al Padre". Habéis sido iluminados por vuestro bautismo; ¿cómo podríais escapar al Espíritu que os llama? La luz enciende el amor, y sin ella se extendría por doquier el frñio del vacío y la inmensa obscuridad de la noche absoluta. La luz se convierte en alegría que cunde y se contagia. Sin ella, la vida perdería su sabor y su sentido. La luz se hace día, y sin ella la vigilia carecería de esperanza. "Vosotros sois la luz del mundo", su porvenir y su gozo; ¡sed testimonio para los hombre!