Reflexiones Bíblicas

San Lucas 12,39-48

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

Tened en cuenta que si el amo de casa supiera a qué hora iba a venir el ladrón, estaría en guardia y no dejaría que asaltaran su casa. 

Estad preparados también vosotros, porque a la hora que menos penséis vendrá el hijo del hombre". 

Entonces Pedro le dijo: "Señor, esta parábola, ¿la dices por nosotros o por todos?". 

El Señor contestó: "¿Quién es, entonces, el administrador fiel y prudente, para que dé a la servidumbre la comida a su hora? 

¡Dichoso ese criado si, al llegar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber! 

Os aseguro que le pondrá al frente de todos sus bienes. 

Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en venir, se pone a maltratar a los demás criados y criadas y a comer y a beber hasta emborracharse, 

su amo vendrá el día y la hora que él menos lo espere, lo castigará severamente y lo pondrá en la calle, donde se pone a los que no son fieles. 

El criado que sabe lo que su amo quiere y no lo hace será severamente castigado. 

Pero el que no lo sabe, si hace algo que merece castigo, será castigado con menos severidad. Al que mucho se le da, mucho se le reclamará; y al que mucho se le confía, más se le pedirá. 

Comentarios al evangelio por Thierry Maertens

La vigilancia es una virtud propia del pueblo cristiano y especialmente de sus responsables, porque Cristo considera que el tiempo no es solamente una yuxtaposición de instantes sucesivos, sino una secuencia orgánica cuyo sentido se revelará un día. El cristiano es "uno que está vigilante" porque está atento a cada momento de un tiempo que puede ser decisivo en una nueva etapa o en una mayor madurez, y porque sabe que es continuo y portador de un sentido todavía misterioso. Se sitía en un "ahora" que compromete el futuro y cuestiona el pasado. Él modifica el tiempo para hacer de él la medida de su destino, dándole de esta forma toda su significación.