Reflexiones Bíblicas

San Mateo 6,1-6.16-18 

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. 

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. 

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. 

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará." 



COMENTARIOS

Jesús en el sermón de la montaña (Mt 5,1_7,29) nos propone una nueva manera de practicar la limosna, de hacer oración y de ayunar.

En la Biblia, la limosna siempre aparece como expresión de repartición de los bienes en la línea de la justicia económica. Ante todo es justicia, es solidaridad, es construcción de una sociedad igualitaria. En las religiones como el judaísmo y el Islam, es mucho más exigente la limosna como solidaridad social. En el cristianismo, muchas veces, la limosna se ha quedado como un acto de beneficencia, de asistencialismo, de expiación de pecados. Los discípulos y las discípulas que escuchan a Jesús, deberán practicar la limosna como un acto de solidaridad con los pobres, en silencio y en secreto "que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha", no vaya a suceder que dar limosna a los pobres termine por enorgullecer a quien la da y humille y avergüence a quien la recibe. Más que "limosna", es "solidaridad" lo que Jesús está proponiendo, más que asistencia, es cooperación, más que alivio de la pobreza, es lucha contra lo que produce la pobreza.

Jesús, al pedirle al cristiano que entre a la casa para orar, propone una nueva manera de orar. Pareciera una oración individualista pero no lo es. La casa como lugar de oración, es ante todo, lugar de la familia y de encuentro con la comunidad. Orar desde la casa para que Dios Padre habite en ella y recompense su justicia y su solidaridad.