Reflexiones Bíblicas

San Mateo 7,1-5

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano." 

COMENTARIOS 

Las palabras del evangelio de hoy las podemos entender mejor si pensamos en un hipocondríaca, o sea una persona que se considera enferma sin estarlo. Si esta persona lee un libro de medicina, comienza a sentir todos los síntomas de la enfermedad que le describen; en cambio, si se lee un libro de psicología o psiquiatría comienza a colocarle enfermedades mentales a todos los que le rodean. Lo mismo pasa con nuestra crítica a los demás. Si se trata de descalificar a nuestros colegas, hermanos o hermanas, a nuestros líderes, nuestra lengua corta más que espada de dos filos; pero si se trata de enumerar méritos, nos cubrimos a nosotros mismos de los más altos elogios.

El evangelio nos invita a poner fin a esta perversidad y a madurar humanamente en la fe. No podemos, por pura honestidad cristiana, predicar a los demás criterios de vida que nosotros mismos no estamos dispuestos a cumplir. No podemos mirar objetivamente las fallas de los demás, si antes no nos preguntamos si con ello estamos lesionando el principio fundamental del cristianismo, el amor incondicional al prójimo. ¡Que la viga que hay en tu ojo no te impida ver la vida que brota en tu prójimo!