Reflexiones Bíblicas
San Mateo 5,17-19

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos."

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No se trata tanto de cumplir o acatar la Ley, cuanto de llevarla a su "plenitud", "cumbre" o "culminación". Por eso, Mateo hace decir a Jesús que la Ley permanecerá válida y normativa hasta su última letra: "No desaparecerá una sola letra ni un solo acento de la Ley antes que desaparezca el cielo y la tierra, antes de que se realice todo" (Mt 5,18). Y añade que de entenderlo, practicarlo y enseñarlo así dependerá nada menos que la entrada en el Reino de los cielos (Mt 5,20).

Pablo ha escrito como elemento central de su "evangelio" que "ya no estamos bajo la Ley" (Gal 3,25; 4,5.21-27; 5,1-4, etc.). Sin embargo Mateo expresa una alternativa distinta frente a la expresada por Pablo. No cabe duda, Mateo quiere afirmar otra opción cristiana más ligada a la tradición judía. Por eso no duda en afirmar: "el que quebrante uno de estos mandamientos menores, y así lo enseñe a los hombres, será el menor en el reino de los Cielos" (Mt 5,19). Las expresiones, el más pequeño y el más grande designan la exclusión del, o la participación en. 

Queda por resaltar el énfasis en el "dar cumplimiento" la Ley y los Profetas como una orientación permanentemente válida para el discipulado de la palabra de Dios. Quebrantar la dinámica del "cumplimiento" y, además, reproducir esta dinámica mediante su enseñanza, es motivo de autoexclusión en el reino de los cielos. Obvio, que el énfasis apunta hacia la coherencia. No es posible "quebrantar" la palabra de Dios y afirmar la pertenencia al reino. Lamentablemente este ha sido el camino que muy pronto se enseñoreará en el cristianismo posterior. La orientación pedagógica para la comunidad discipular es muy clara. Quien quiera hacerse del reino de Dios ("ser grande"), observe la Palabra (vivir la Palabra) y enséñala. Notamos la imprescindible relación entre vivir y enseñar como principio pedagógico del evangelio.