Reflexiones Bíblicas
San Mateo 10, 16-23

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis; en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. 

Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre". 

COMENTARIOS

Sabemos que las primeras comunidades cristianas fueron objeto de persecución tanto por parte de los judíos como de los romanos. Mucha sangre se derramó sobre la tierra que fue "semilla de cristianos". Pero no todo fue martirio y fidelidad. Muchos creyentes apostataron de su fe y renegaron de su maestro ante la inminencia de la persecución, la tortura y el martirio cruento. Por eso Mateo coloca estas bellas páginas de profundo contenido catequético para animar a la perseverancia y la resistencia. Es asegurar que el Señor no abandona a sus seguidores en los momentos más duro y conflictivos. Jesús garantiza su presencia permanente.

Últimamente nos llegan noticias de muchos hermanos y hermanas que también tienen que afrontar la persecución y el martirio por defender y extender los valores del evangelio de Jesús. En esta hora en que la Iglesia ya no tiene toda la hegemonía ni puede ejercer el poder colonizador sobre todos los pueblos muchos evangelizadores, catequistas, misioneros laicos y religiosos dan testimonio del Reino aún a costa de su propia vida. Pero es el Espíritu del Señor quien acompaña a estas personas para que permanezcan fieles hasta el final.