Reflexiones Bíblicas
San Mateo 9,35-10,1.6-8

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies." Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió con estas instrucciones: "Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis."

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Este evangelio que leemos hoy introduce el segundo gran discurso que nos presenta el evangelio, el discurso apostólico. Nos dice mateo que huesas recorría ciudades y aldeas enseñando en la sinagoga, proclamando el reino de Dios y sanando enfermos, las tres grandes acciones del Mesías. Al ver la muchedumbre sintió compasión de ella y les pidió a sus discípulos que rogaran a Dios para que envié más evangelizadores a su pueblo. Viendo la necesidad que tiene la comunidad Jesús les hace participes de su misión, de sus acción mesiánica que hasta este entonces él había asumida solo. Vayan prediquen el reino, curen enfermos; en una sola palabra, se trata de que los discípulos continúen la acción profética de Jesús, su misión.

El adviento es tiempo de reflexión y de revisión de vida. Nosotros como cristianos debemos revisar nuestra vida para ver si realmente somos continuadores de la misión de Jesús en el anuncio del Reino, en la creación de unas condiciones dignas de vida. También hay que decir que al participar de la misión de Jesús también nos hacemos participes de su destino, participes de la cruz y la resurrección. Anunciar una nueva sociedad es un compromiso que implica toda nuestra vida.