Reflexiones Bíblicas
San Mateo 11,11-15

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos que escuche."

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La liturgia del adviento nos introduce la figura de Juan el Bautista, que a lo largo de este tiempo de espera será importante. El evangelio de Mateo se cierra diciendo que Juan el Bautista es Elías que iba a venir. Y es que para el Antiguo Testamento Elías es el profeta más importante; fue quien mantuvo la fidelidad del pueblo de Israel en Yahvé en medio de muchas adversidades. También se dice que él fue arrebatado al cielo, pero tendrá que venir antes que el Mesías para preparar su camino según Mal 3,23. Pues bien, nos encontramos en esos últimos días, Juan Bautista es Elías que anuncia la llegada del Mesías. No hay profeta más grande que él pues él es quien habré la puerta a Jesús, el esperado, el Hijo de Dios, quien proclama el Reino de Dios.
En Juan Bautista toma rostro concreto las esperanzas del pueblo, es ya tiempo el tiempo de la salvación. Nosotros estamos viviendo ese tiempo de salvación caminando hacia la plenitud del Reino. Es así que nos corresponde ser anunciadores del Reino que sufre violencia para surgir, en medio de un sistema que niega sistemáticamente la vida.