Reflexiones Bíblicas
San Mateo 13,54-58.

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, viniendo Jesús a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?». Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.

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José "el carpintero", puesto como modelo para el mundo del trabajo, nos muestra el sugerente designio de Dios Padre, que entrega a su Hijo a un hombre de trabajo tan típico y característico que llegó a impedir a muchos de sus vecinos reconocer en Jesús a un gran profeta, y menos aún al Mesías. Ya entonces parecía impensable que de un obrero surgiera una gran lumbrera. Dios, en cambio, parece empeñado en remar desde el comienzo a contracorriente de enormes prejuicios y desconfianzas que suelen enquistarse en los propios sectores populares y frenan de partida el desarrollo de sus capacidades.