Reflexiones Bíblicas

San Mateo 5,33-37

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 



Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Pío de Pietrelcina (1887_1968) capuchino 

"Que vuestro sí sea sí" (Sant 5,12)

No sabes lo que la obediencia es capaz de producir por un sí, por un simple sí..."Que se haga en mí según tu palabra"—María se convierte en madre de Dios. Diciendo su sí se declara esclava del Señor y conserva intacta su virginidad, tan estimada por ella misma y por Dios. Por este sí de María, el mundo obtiene la salvación, la humanidad es rescatada. Entonces, procuremos nosotros también cumplir la voluntad de Dios y digamos sí todos los días al Señor...

Que María haga florecer en tu alma nuevas virtudes y que te guarde. Ella es el mar que hay que atravesar para llegar a las costas esplendorosas de la eternidad. Permanece, pues, siempre con ella... Apóyate en la cruz de Cristo, a ejemplo de María. Encontrarás un gran alivio fortaleza. María permanecía, de pie, bajo la cruz, junto a su Hijo crucificado. En ningún momento, Jesús la amó tanto como en aquel trance de sufrimientos intolerables.