Reflexiones Bíblicas
San Mateo 13,24-30.

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

24Les propuso otra parábola:

-Se parece el reino de Dios á un hombre que sembró semilla buena en su campo; 25mientras todos dormían llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.

26Cuando brotaron los tallos y se formó la espiga apareció también la cizaña. 27Los obreros fueron a decirle al propietario:

-Señor, ¿no sembraste en tu campo semilla buena? ¿Cómo resulta entonces que sale cizaña?

28É1 les declaró:

-Es obra de un enemigo.

Los obreros le preguntaron:

-¿Quieres que vayamos a escardaría?

29Respondió :

-No, por si acaso al escardar la cizaña arrancáis con ella el trigo. 30Dejadlos crecer juntos hasta la siega. Al tiempo de la siega diré a los segadores: Entresacad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, almacenadlo en mi granero.


COMENTARIOS

vv. 24-30. Terminado el aparte con sus discípulos, vuelve Jesús a dirigirse a las multitudes (cf. 13,34). El término con que Mt introduce esta parábola y la siguiente («propuso», gr. paretheken) se encuentra en Ex 19,7 y Dt 4,44, donde Moisés propone al pueblo la Ley que lo obliga. Se trata, pues, de principios fundamentales para el reinado de Dios.

Mt omite la parábola de la «tierra automática» de Mc 4,26-29 y la sustituye por la del trigo y la cizaña. Al decir «otra parábola» la pone en conexión con la del sembrador. Pero así como ésta no trataba directamente del reino, sino de las actitudes del hombre ante el mensaje del reino, en la de la cizaña, en cambio, trata directamente del reinado de Dios.

La presencia de malas hierbas en un campo es cosa normal. El rasgo peculiar de la parábola es que se atribuya a un enemigo, también sembrador, que actúa clandestinamente («mientras dormían»). La cizaña tiene fuertes raíces, entrelazadas con las del trigo, y, al arrancarla, podría arrancarse él trigo al mismo tiempo; Es imposible eliminar lo malo sin daño de lo bueno. En el reino hay que tolerar la presencia de lo bueno y lo malo, como Dios la tolera én su creación (5,45), respetando la libertad de los hombres. Hasta la cosecha hay que tener paciencia y dejar que crezcan juntas. La cizaña se manifiesta cuando el trigo da fruto (cf. 3,8.10; 7,17-19; 12,33; 21,43). correspondencias entre 3,12 y 13,30: uso del verbo «quemar» (katakaiô) \pard fs24 y de «granero» (apothêkê). Jesús corrige, pues, la visión del judaísmo, formulada por Juan Bautista, de un juicio inmediato y definitivo. Este no se verificará en la época histórica del reinó. Los obreros, en cambio, pretenden que el juicio se realice inmediatamente.