Reflexiones Bíblicas

San Mateo 5,43-48

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 



Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Cesáreo de Arles (470_543) monje y obispo 

"Amad a vuestros enemigos" (Mt 5,44)


Queridos hermanos, nadie puede dispensarse de amar a los enemigos. Alguien me puede decir: "Yo no puedo ayunar, no puedo orar durante la noche." ¿Se puede decir: no puedo amar? Uno puede decir: "No puedo dar todos mis bienes a los pobres y servir a Dios en un monasterio", pero no se puede decir: "yo no puedo amar."

Tú me dirás: "Yo no me puedo privar de los bienes y de los alimentos." Yo te lo creo, pero si tú dices que no puedes perdonar a los que te han hecho daño, no te lo creo en absoluto. No tenemos ninguna excusa de no hacerlo porque debemos cumplir esta limosna sacándola no del tesoro de nuestros bienes sino de nuestro corazón. Amemos, pues, no solamente a los amigos sino también a los enemigos... 

Pero tú me dirás: "Mi enemigo me ha hecho tanto mal que de ninguna manera le puedo amar." Tú miras lo que te hizo este hombre y no miras lo que tú has hecho a Dios. ¡Examina atentamente tu conciencia: tú has cometido sin darte cuenta muchas más faltas contra Dios que un hombre haya cometido contra ti. ¿Con qué osadía esperas, pues, que Dios te perdone lo mucho cuando tú no perdonas lo poco?