Reflexiones Bíblicas
San Mateo 9,27-31Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús,
gritando: "Ten compasión de nosotros, hijo de David." Al llegar a la casa se le
acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: "¿Creéis que puedo hacerlo?"
Contestaron: "Sí, Señor." Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que os suceda
conforme a vuestra fe." Y se les abrieron los ojos.
Jesús les ordenó severamente: "¡Cuidado con que lo sepa alguien!" Pero ellos, al
salir, hablaron de él por toda la comarca.
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No basta una simple declaración formal de lo que se cree; se necesita refrendar
esa convicción con la vida.
La transformación de las condiciones vitales implica como punto de partida la
fe; una fe que no lo explica ni arregla todo, pero que es el motor que da
sentido y valor a la vida. El seguidor de Jesús, convencido de su fe, no duda en
que las tareas que implica el cambio sí pueden salir adelante, porque el Señor
"sí puede hacerlo"; aunque nos exige poner de nuestra parte lo que debemos. Y el
discípulo no puede callar la proclamación de las maravillas que realiza Dios
entre sus hijos, al estilo de los ciegos que divulgan rápidamente la noticia por
toda la comarca.