Reflexiones Bíblicas

San Mateo 7,15-20

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J



Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos. Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán. 

Comentario de Marcel Bastin (DIOS CADA DÍA,t.4)

"Se reconoce el árbol bueno por sus frutos, dice la sabiduría popular. Así como el ojo es la lámpara del cuerpo, el fruto es el testigo del corazón. Si el corazón es bueno, el hombre produce frutos sabrosos; si no,da frutos amargos. Así sucedió en Israel: el Señor esperaba las uvas de su viña, y no recogió más que agrazanoes (Is.5). En la Iglesia también puede haber falsos profetas, que sólo son mentira y engaño; en la hora del juicio, serán condenados. Así pues, hay que dar buen fruto: ahí están las últimas palabras del discurso, que nos exhortan a no quedarnos sólo en la palabra, sino a comprometernos en la acción."