Reflexiones Bíblicas

San Mateo 14,22-36

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

 

En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman". Entonces Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua". "Ven", le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: "Señor, sálvame". En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?". En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: "Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios". Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron curados. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Columbán (563_615) monje fundador de monasterios 

"Te abriste un camino por el mar, un sendero por las aguas caudalosas, y nadie descubrió tus huellas." (Sal 76,20)

Dios está en todas parte, todo entero, inmenso. Por todas partes está cerca según el testimonio que él da de sí mismo: "Yo soy un Dios cercano y no un Dios lejano". El Dios que buscamos no es un Dios que está lejos de nosotros. Está en medio de nosotros si somos dignos de él. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo si somos para él miembros sanos no contaminados por el pecado. (cf 1Co 12,27). Así él habita verdaderamente en nosotros, tal como él mismo ha dicho: "Yo pondré mi morada en medio de vosotros y nunca os rechazaré. Viviré en medio de vosotros; seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo." (Lv 26,11_12) Queriendo habitar en nosotros, por gracia, nos vivifica verdaderamente, haciendo de nosotros sus miembros vivos. "En él vivimos, nos movemos y existimos" (Ac 17,28) como dice San Pablo.

Pero ¿quién puede seguir al Altísimo hasta su ser inefable e incomprensible? ¿Quién escrutará las profundidades de Dios? ¿Quién sabrá tratar del origen eterno del universo? ¿Quién se gloriará de conocer a Dios infinito que penetra todo, que envuelve todo, que sobrepasa todo, que abraza todo y se sustrae a todo?"A Dios nadie lo vio jamás" (Jn 1,18) tal cual es. Que nadie tenga la presunción de querer sondear las impenetrables profundidades de Dios, el qué, el cómo, el por qué de su ser. No puede ser expresado ni escrutado ni penetrado. Simplemente, cree con fuerza que Dios es y que Dios siempre será tal cual es ya que en Dios no cabe cambio alguno.