Reflexiones Bíblicas

San Mateo 25,1-13

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 


Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'. Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Juan de la Cruz (1542_1591) carmelita descalzo, poeta, doctor de la Iglesia 

"Las jóvenes previsoras y las descuidadas." (cf Mt, 25,1_13)

Las virtudes merecen ser amadas y estimadas..., bien se puede el hombre gozar de tenerlas en sí y ejercitarlas por lo que en sí son y por lo que de bien humana y temporalmente importan al hombre...Pero aunque en esta primera manera se deba gozar el cristiano sobre los bienes morales y buenas obras que temporalmente hace,...no debe para su gozo en esta primera manera...sino que sólo y principalmente debe gozarse en la posesión y ejercicio de estos bienes morales en la segunda manera, que es en cuanto haciendo las obras por amor de Dios le adquieren vida eterna...Y así sólo debe poner los ojos en el gozo en servir y honrar a Dios con sus buenas costumbres y virtudes, pues que sin este respecto no valen delante de Dios nada las virtudes; como se ve en las diez vírgenes del evangelio, que todas habían guardado virginidad y hecho buenas obras,... las cinco no habían puesto su gozo en la segunda manera, _que es enderezándole en ellas a Dios_, sino antes le pusieron vanamente en la primera manera, gozándose en la posesión de ellas (las virtudes).... Debe, pues, gozarse el cristiano, no en si hace buenas obras y sigue buenas costumbres, sino en si las hace por amor de Dios sólo, sin otro respecto alguno.