Reflexiones Bíblicas

San Mateo 11,16-19

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

"¿A qué compararé esta generación? Se parece a esos chiquillos sentados en las plazas, que se gritan unos a otros: 

"Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado". 

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: Tiene un demonio. 

Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Éste es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Pero la sabiduría ha sido justificada con sus obras". 


Seguimos cantando ¡VEN SEÑOR JESUS! a escasos 15 días de la Navidad. 

Si abrimos el evangelio de este viernes nos podemos sonreir ante el eterno e interesado inconformismo de aquellos que nunca hacen nada pero se atreven a protestar de todo. De los que exigen sin ceder un ápice a cambio. De los que prefieren ser meros espectadores y nunca artífices de juego. De los que gritan "¡haz!" pero permanecen elevados como jueces en la tarima de los que siempre miran y nunca se mojan.


La FE siempre generará contrastes a favor y a la contra: adhesiones y deserciones; aplausos y persecuciones; conquistas e indiferencias.

No hace mucho tiempo que me topé con este texto titulado: "el sacerdote signo de contradicción". Os lo dejo como meditación de este día.

Si predica más de diez minutos... ¡no acaba nunca! Si habla de la contemplación de Dios... ¡está en las nubes! Si aborda los problemas sociales... ¡gira a la izquierda! Si va a trabajar a la fábrica... ¡es que no tiene nada que hacer! Si se queda en la parroquia... ¡está cortado del mundo! Si casa y bautiza a todo el mundo... ¡vende los sacramentos como en rebajas! Si se vuelve más exigente... ¡quiere una Iglesia de "puros"! Si se queda en la casa abadía... ¡no ve a nadie! Si hace visitas... ¡no está nunca en casa! Si tiene éxito con los niños... ¡es un crío! Si visita a los enfermos... ¡tiene tiempo para perderlo y pasa al margen de los problemas de su tiempo! Si hace obras en la iglesia... ¡tira el dinero por la ventana! Si no hace nada... ¡es un abandonado! Si colabora con el consejo parroquial... ¡se deja llevar como un borrego! Si no tiene consejo parroquial... ¡es demasiado individualista! Si sonríe fácilmente... ¡se muestra demasiado familiar! Si, distraído o preocupado, no ha visto a alguien... ¡es un distante! Si es joven... ¡no tiene experiencia! Si es mayor... ¡debería jubilarse! Si va por las entidades civiles……quiere meterse en todo Si no va…………………desconoce la realidad de la gente. Si el Obispo cierra la parroquia por falta de sacerdotes... el pueblo se mueve y todos firman una carta de protesta. 

Ante la FE siempre aparecerán los eternos insatisfechos. Los que tendrán mil razones para un "pero", los intransigentes con los demás pero demasiado receptivos y bondadosos consigo mismos. Siempre existirán personas que aunque se interprete la más bella melodía se empeñarán en decir que es demasiado bonita y, cuando se ataque otra composición más sencilla, concluirán que no valía la pena escucharla.

Adviento: tiempo de acoger y de escuchar. O, por lo menos, de ir dejando de ser meros críticos de lo que acontece fuera de nosotros mismos.

¿Soy duro a la hora de enjuiciar los actos objetivos de los demás?

¿Acojo la verdad venga de donde venga y haga quien la haga?

¿Valoro la fe como algo que me puede aportar alegría y crecimiento interior?