Reflexiones Bíblicas Dominicales

Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, Ciclo C

Introducción a las lecturas

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

Sabiduría 11,23-12,2 2Tes.1,11-2,2 Lc.19,1-10


SABIDURÍA. Resulta bastante anormal leer, escrito por un autor inspirado, un relato del Éxodo en el que la intencionalidad fundamental recae no sobre los favores hechos por Dios a su pueblo, sino sobre el interés que refleja respecto a los paganos. Yahvé ha elegido un pueblo, pero al mismo tiempo se interesa por los demás pueblos, y de manera especial por ese Egipto en cuyo corazón vive, probablemente, el autor. Está, pues, clara la afirmación del universalismo del designio de Dios.

Dios ha creado a todos los hombres, y si da pruebas de su elección respecto a Israel, traduce su amor en su misericordia para con todos los demás pueblos. Esta enseñanza es tanto más importante cuanto que numerosos judíos de la época viven en situación de ghetto en territorio pagano y se guardan por lo general de manifestar a los paganos el amor que el mismo Dios no ha cesado de ofrecerles.



LUCAS. Lucas es el único que recoge el episodio de Zaqueo, que encaja perfectamente en su perspectiva personal de la riqueza y la lectura que hace de los contactos de Jesús con los pecadores. Este texto viene a ser, por otro lado, la conclusión de una serie de enseñanzas que ponen muy de manifiesto los puntos destacados por Lucas: la parábola del fariseo y del publicano que oran en el Templo, cada uno por su cuenta, en la que se advierte que sólo el publicano es escuchado y justificado; el incidente de los "pequeños" rechazados por los discípulos como indignos de figurar en el grupo de los adultos y que, sin embargo, son llamados por Jesús; el episodio del "rico" notable que no puede entrar en el Reino porque se refugia en sus bienes; la curación del ciego de Jericó, iluminada por la fe, en contraste con los discípulos que "no comprenden" las palabras del Señor.

En Jericó habita Zaqueo, rico publicano y pequeño de estatura. Para Jesús, estas características son títulos acreedores a la salvación que Él trae a los pecadores y a los débiles. La multitud lo entiende así y murmura: "Ha venido a comer con los pecadores".

Lucas considera la pobreza real como una condición de acceso al Reino. Zaqueo retira ese obstáculo: restituye el cuádruplo a todos sus deudores y da la mitad de sus bienes a los pobres. 

La casa de Zaqueo ha recibido la salvación, haciendo de Zaqueo un hijo de Abraham. De esta forma amplía Jesús el concepto de hijo de Abraham: no es la pertenencia carnal a la raza de Abraham lo que fundamenta la verdadera filiación, sino sólo la fe vivida en la realidad.