Reflexiones Bíblicas Dominicales

Domingo III del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Introducción a las lecturas

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

Jonás 3,1-5.10: 1Corintios 7,29-31: Marcos 1,14-20:

 

JONÁS. El libro no es una colección de oráculos ni un relato de carácter histórico, sino una dramatización al estilo de las parábolas que vemos en los evangelios.

La intención del libro es transmitir una enseñanza acerca del amor y la misericordia del Dios de Israel; objetivos muy distintos y distantes de los ejercitados por los puritanos observantes de la ley de la época en que se escribe, en la actitud de Jonás de rechazar el plan misericordioso y salvador que Dios le propone para salvar a los ninivitas.

A juicio del autor, no hay pecador, por muy grande que sea y por muy graves delitos que haya cometido, al que Dios no le tienda su mano. El profeta es el instrumento elegido que ofrece la mano amiga de Dios; ahora corresponde al pecador acogerla. Si la acepta y cambia su vida, la misericordia obrará en él el milagro de la regeneración y la salvación, será un hombre nuevo.

Nuestro texto tiene un final feliz: el pueblo ninivita se convirtió de su mala vida, y Dios tuvo piedad del pueblo; en concreto dice el libro, "de su pueblo". Porque, a juicio de su autor, todas las naciones forman el pueblo de Dios; tiene una visión universalista de la salvación.

EVANGELIO. Convertirse es cambiar el enfoque o la orientación fundamental de vida; desandar el camino equivocado y coger el adecuado. Es creer que mi vida puede ser para algo mayor y mejor. Es revisar actitudes personales y comunitarias tales como la apatía, la rutina, la comodidad, la huida, que nos impiden hacer el bien por el esfuerzo que lleva aparejado. Es evaluar hábitos que pudieron ser buenos en el pasado pero que hacen irrelevante la fe cristiana en el mundo de hoy y no son el mejor servicio que podemos ofrecer a Dios y a nuestros hermanos. Es aceptar que Dios también quiere a nuestros adversarios o enemigos, como nos quiere a nosotros, y que, en la medida que hagamos de Dios el valor supremo de nuestra vida, se irá produciendo un acercamiento a ellos.

Sentirnos pecadores perdonados nos ayudará a integrar sanadoramente nuestra historia pasada negativa de modo que podamos vivir intensamente el momento presente y lanzarnos con esperanza hacia el futuro.

La conversión genera un proceder alegre, porque lo que moviliza el seguimiento es el agradecimiento. Jesús predicaba la Buena Noticia de Dios y Él mismo se hacia buena realidad para los hombres de su tiempo. Jesús y su evangelio tienen tal poder de seducción en mi vida que ellos pueden reestructurar mis deseos y afectos no ordenados para ordenarlos desde Dios. Desde ahora, mi saber, mis cualidades, mi modo de ser y proceder sólo quiero aplicarlos en exclusiva para hacer crecer la Buena Noticia de Dios.

A los primeros discípulos les dice: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres". Desde ahora nuestra tarea y oficio de pescadores estará al servicio de un proyecto de vida en el que por encima de la profesión está la misión que es a la Buena Noticia de Dios.