XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

Lc 21,5-19: "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas"

Autor: SS. Juan Pablo II

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse



Lecturas del dia:

(Mal 3,19-20a) "A los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia"
(2 Tes 3,7-12) "El que no trabaja que no coma"
(Lc 21,5-19) "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas"

Homilía a los obreros en Maguncia (16-XI-1980)

---Valor santificante del trabajo

---Doctrina social católica. Libertades

---Fidelidad al Evangelio

---Doctrina social católica. Libertades

"La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sea con vosotros" (Flp 1,2).

La voz de la liturgia nos presenta "ante la presencia de Yavé, que viene, porque viene a juzgar la tierra. Regirá el orbe con justicia y a los pueblos con equidad" (Sal 95/96,13).

La configuración de la justicia humana y la norma que debe aplicarse a la siempre creciente cuestión social, deben ser vistas desde la perspectiva definitiva de la justicia de Dios mismo. La liturgia de este domingo, el penúltimo del año litúrgico, nos ayuda mucho en este sentido.

---Valor santificante del trabajo

En la lectura de la segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, el Apóstol trata muy clara y directamente el tema del trabajo humano sobre la base de su experiencia personal como apóstol: "Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues estando entre vosotros no vivimos desordenadamente, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de vosotros. No porque no tengamos derecho, sino por daros en nosotros un modelo que imitar" (2 Tes 3,7-9).

Pablo de Tarso unió su misión y servicio apostólico al trabajo, al trabajo manual. Como Cristo unió la obra de su redención al trabajo en el taller de Nazaret, así Pablo ha unido el apostolado con el trabajo de sus manos. Ved el problema del trabajo en la dimensión de la obra redentora y unid el trabajo con el apostolado. La Iglesia de nuestros días necesita de modo especial de este apostolado del trabajo: del apostolado del trabajador y del apostolado en medio de los trabajadores para iluminar esta gran dimensión de la vida con la luz del Evangelio.

La luz de la verdad y del amor de Dios debe brillar sobre el trabajo del hombre. Esta luz no debe ser apagada por la sombra de la injusticia, de la explotación, del odio y de la humillación del hombre.

En la segunda Carta a los Tesalonicenses leemos: " A ésos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan" (2Tes 3,12). Brevemente ha expresado el Apóstol este mismo pensamiento en forma lapidaria: "El que no quiere trabajar, no coma" (3,10).

---Fidelidad al Evangelio

En el Evangelio de hoy dice también Cristo: "El dijo: «Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: 'Yo soy' y 'el tiempo está cerca'. No les sigáis" (Lc 21,8).

Cristo continúa diciendo: "Pero, antes de todo esto, pondrán sobre vosotros las manos y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre" (Lc 21,12).

Cristo dice finalmente: "Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios" (Lc 21,14-19).

Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".

                   Con textos de homilías pronunciadas por S.S. Juan Pablo II