II Domingo de Adviento, Ciclo C

San Lucas 3, 1-6: El verdadero Adviento

Autor: Padre Juan Sánchez Trujillo

 

 

"EEn el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios. Lucas 3, 1-6

¿Estamos en ADVIENTO o sólo en adviento?

¿Estamos a la espera de ser revertidos y repatriados ? ¿ estamos con necesidad real de recobrar una identidad y pertenencia perdidas ? ¿estamos nostálgicos de un Dios vivo y real ? ¿Estamos anhelantes de dar experiencialmente con el Padre y los hermanos? ¿Deseosos de celebrar y regozar esa condición filial y fraternal que nos restituye a lo más real y auténtico de nosotros mismos? ¿Apetentes de ser regresados y de regresar a Cristo, nuestro Cielo y nuestra Tierra prometidos, tan expatriados como estamos por culpa de tanta babilonia posesa y poseedora de ídolos y valores neopaganos, materialista y autosuficiente, temporalista y superficial? ¿Estamos hambrientos y sedientos de oír gritos de profeta, de abrir caminos a Cristo en el desierto, de allanar senderos a los hombres, de enaltecer a oprimidos, de desmontar altiveces opresoras…?

¿Estamos en ADVIENTO o sólo en adviento?

Porque no es de un adviento barato y minúsculo, convencional y ritualista, del que en la actualidad tenemos necesidad los cristianos.

No es una barata y descafeinada evangelización la que de nuevo apremia y urge a nuestras viejas cristiandades.

No es una navidad consumista y consumida, de castañuela cascada y mazapán epulónico, la que poblará de Niño Nuevo y Real el vientre hueco y estéril de nuestras abultadas sociedades.

No es un niño de carne y cartón, huérfano de hermanitos abortados, el que echan de menos nuestros senos y nuestras manos.

No es un gozo cualquiera, no es una noticia más, no es una buenanueva vieja, no es un grito apagado y frío... lo que engendra y pare real salvación para el mundo, lo que concluye en el parto feliz de una nueva y regenerada criatura eclesial...

¡Qué ADVIENTO más grande y real, más evangelizado y evangelizador, si en el año enésimo del reinado de Juan Carlos I, siendo Rodríguez Zapatero gobernador de España, bajo el sumo pontificado de Benedicto XVI... LA PALABRA DE DIOS viniera de NUEVO Y DE LLENO sobre todos nosotros, y recorriéramos las comarcas del mundo y de nuestro mundo cercano predicándonos la conversión, a la espera de ver todos la salvación de Dios ... ! ¡Qué mayúsculas tan testimoniales y llamativas advendrían a nuestro enano e irrelevante adviento, tan necesitado de reevangelización y revaluación nuevas y reales!