XI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



La gratitud del perdonado
Lc 7,36-8,3

«Tus pecados están perdonados». Destaca en este relato la gratitud y la alegría por el perdón. Todos los gestos de esta mujer muestran que a Jesús le debe todo: «sus muchos pecados están perdonados». El gozo la inunda. Y la gratitud también. Sus lágrimas no son de arrepentimiento, sino de alegría, de gozo agradecido. Su amor a Jesús es respuesta de quien se sabe amada generosamente, gratuitamente; es respuesta a aquel que la amó primero (cf. 1Jn 4,19).
«Tu fe te ha salvado». Como buen discípulo de Pablo, Lucas sabe bien que sólo Jesús salva, y que esta salvación se acoge por la fe. Esta mujer se sabe sin méritos propios. No se ha salvado ella: ha sido salvada. Ella ha creído en Jesús, se ha fiado de él; y Jesús ha volcado sobre ella todo su poder salvífico convirtiéndola en una mujer nueva.
«Has juzgado rectamente». Todo esto es lo que muestra claramente la parábola que Jesús propone a Simón el fariseo. La parábola es de una lógica aplastante. Sin embargo, Simón no es capaz de sacar sus consecuencias en el plano religioso. El fariseo que todos llevamos dentro se rebela ante el hecho de recibir la salvación como don gratuito. Quisiéramos poder exhibir derechos ante Dios, quisiéramos no depender de Él totalmente. La gratitud y el gozo son los mejores signos de que hemos sido salvados.