XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



Salvados por la fe
Lc 17,11-19

«Tu fe te ha salvado». San Lucas subraya el contraste entre los nueve leprosos que no regresan y el que sí vuelve sobre sus pasos para dar gloria a Dios. Todos han quedado limpios de su lepra, pero sólo este ha sido «salvado», porque sólo él ha sabido reconocer en Jesús al Salvador. Por eso se le dice: «Tu fe te ha salvado». Y es que Jesús obra el milagro para provocar la fe y realizar así la curación de otra enfermedad más grave y profunda. Los beneficios que recibimos de Dios son signos de su poder salvador y de su amor misericordioso. ¿Recibo los dones de Dios como signos? ¿Me llevan a creer más en Cristo y a abrirme a su poder salvador?
Por otra parte, la auténtica fe lleva a adorar: «Se echó por tierra a los pies de Jesús». Este leproso, al verse curado, reconoce la grandeza de Cristo y experimenta la necesidad de adorarle. Frente a la actitud de los otros nueve, que sólo buscan a Jesús para su propio interés y cuando han recibido la curación se olvidan de él, este hombre entiende que Jesús es el Señor y que ha de ser amado por sí mismo y servido con absoluto desinterés. En él, la fe se convierte en amor agradecido y adorante. ¿Cómo es mi relación con Dios? ¿Le sirvo con todas mis fuerzas, o me sirvo de él para mis fines?
Esta fe le ha hecho experimentar además la compasión de Jesús. Los otros nueve, que también pedían «ten compasión de nosotros», han sentido su cuerpo sanado, pero no han experimentado la compasión y la misericordia de Cristo que sólo la fe hace posible.