Domingo II después de Navidad, Ciclo C

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Date Gratis



Hemos visto su gloria

Jn 1,1-18

La Iglesia permanece absorta en el misterio de la Navidad. Es tan grande lo que ha ocurrido que no tiene ojos más para mirar a su esposo. Y los textos de este domingo son simplemente eso: como cuando uno ha vivido un acontecimiento sumamente importante y vuelve una y otra vez sobre lo que le ha sucedido, recordándolo, saboreándolo, considerándolo, dejándose empapar por ello.

Y es que el Misterio de la Navidad no es algo pasajero. El Hijo de Dios ha plantado su tienda entre nosotros y ya para siempre se queda con nosotros. Se ha hecho «conciudadano» nuestro, de nuestra tierra, de nuestro mundo, para hacerse a nosotros «ciudadanos del cielo» (Fil 3, 20). Quiere convivir con nosotros, busca estrechar lazos de familiaridad y de intimidad. Desea que le veamos, que le escuchemos, que le palpemos (1 Jn 1,1).

«Hemos visto su gloria». La Iglesia sabe que todo lo tiene en su Esposo y por eso se dedica a contemplar su gloria. Nada hay comparable a este conocimiento de Cristo: «Juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor» (Fil 3,8). Hemos nacido para contemplar al Verbo hecho carne y la Iglesia, como Esposa enamorada, sabe que todo le viene de este conocimiento amoroso: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17,3).