Fiesta. Bautismo del Señor, Ciclo A.
San Mateo 3, 13-17: Bautismo de Jesús.Autor: Padre
Julio Cesar Gonzalez Carretti OCD
a.- Is. 42, 1-4. 6-7: Mirad a
mi siervo a quien prefiero.
b.- Heb. 10, 34-38:
Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu.
c.- Mt. 3,
13-17: Bautismo de Jesús.
Las lecturas son un retrato de lo que es Jesucristo, el Hijo de Dios, el Mesías,
el Señor. El Bautismo de Jesús, posee dos testigos, el eterno Padre y el
Espíritu Santo en el cielo y Juan el Bautista, en la tierra. Ese bautismo es
figura de nuestra incorporación a Cristo Jesús, es decir, de nuestro bautismo,
inicio de nuestra filiación divina e incorporación en la comunidad eclesial y
por lo mismo herederos de la vida eterna.
Isaías nos
anuncia la figura y la misión del Siervo de Yahvé. Sus cualidades son ser manso
y paciente, fiel y justo; será alianza para su pueblo, luz de las naciones,
liberador de aquellos que sufren. Jesús de Nazaret, es el Siervo de Yahvé
que anuncia el profeta.
Es en el
Evangelio donde encontramos el mayor y mejor testimonio sobre Jesús de
parte de Juan Bautista, el Espíritu Santo y él Padre eterno. Es Juan quien lo
reconoce en la fila de los pecadores para bautizarse. El Precursor contempla
frente a sí al Mesías de Dios y el abrirse los cielos para que descienda el
Espíritu Santo en forma de paloma, sobre Jesús. La voz inconfundible del Padre:
“Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco”. Asistimos a la investidura
de Jesús de Nazaret como Mesías, como Salvador; estamos al inicio de su misión
profética.
Esta fiesta del
Bautismo de Jesús, tiene otra connotación importante, la de manifestar la
riqueza del misterio del nuevo bautismo realizado en agua y con Espíritu Santo.
Meditemos en forma personal y eclesial acerca de nuestra condición de
bautizados, en una sociedad pagana como la nuestra. Consideremos que por el
Bautismo participamos en el misterio pascual de Cristo, misterio hecho de muerte
y resurrección, de reconciliación y de gracia. Misterio pascual hecho de muerte
al pecado en nuestra carne y de resurrección, la vida nueva del resucitado en
nosotros por medio de
Este bautismo
que hemos recibido cuando niños o adultos, confirmado por nuestro sí personal
luego en el sacramento del mismo nombre, es nuestra carta de identidad
ante Dios,
La mirada
luminosa de fe que hay en los ojos de Isabel de
[1]
Isabel de