XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Solemnidad de Cristo, Rey del Universo
San Mateo 25,31-16: El juicio finalAutor: Regnum Christi
Fuente: Regnum Christi Para suscribirse
Evangelio: San Mateo 25,31-16: El juicio final
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo
del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en
su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él
apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los
cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen
posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque
estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era
forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me
visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces:
‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de
beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos ver?’. Y el rey les dirá: ‘Yo
les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos,
conmigo lo hicieron. Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de
mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles;
porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de
beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron,
enfermo y encarcelado y no me visitaron’. Entonces ellos le responderán: ‘Señor
¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o
encarcelado y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificante, tampoco lo hicieron
conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.
Meditación
Jesucristo juzgará a todos los hombres, no según sus acciones
excepcionales, sino según sus obras de misericordia. Desde siempre el hombre se
ha inquietado por el final de los tiempos. Se ha cuestionado con incertidumbre
lo que pasará al momento de morir. En este pasaje Jesús nos da una respuesta: se
nos juzgará de acuerdo a cómo vivimos la caridad. Pero una caridad auténtica, de
día a día, que está al pendiente de las carencias y del sufrimiento de los demás
y que encuentra el rostro de Jesucristo en ellos. Por otra parte, en este pasaje
nos podemos cuestionar: ¿Cómo vivimos de cara a los necesitados? ¿Cuántas veces
hemos dejado de ayudar a aquellos que teníamos la oportunidad de hacerlo? ¿En
qué desgastamos la propia vida? ¿Realmente la caridad y el servicio a los demás,
por amor a Dios, son las metas en nuestra vida diaria? ¿Nos percatamos de que lo
que está en juego es la vida eterna? Quizás las respuestas a estas preguntas nos
lleven a replantear nuestro proyecto o plan de vida.
Reflexión apostólica:
Aprovechemos nuestra vida, hagamos buen uso de nuestro tiempo,
trabajemos y luchemos para que Cristo sea conocido, amado y seguido por cada
hombre. El miembro del Regnum Christi está llamado a hacer que la fe y el amor a
Cristo crezcan en muchos corazones, empezando por el suyo y el de su familia.
Propósito:
Hoy ayudaré a alguien en su necesidad.