San Juan 16,16-20:
Su tristeza se transformará en alegría

Autor: Regnum Christi

Fuente: Regnum Christi       Para suscribirse   

 

Evangelio: San Juan 16,16-20:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver”. Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros: “¿Qué querrá decir con eso de que: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver’, y con eso de que: ‘Me voy al Padre’?” Y se decían: “¿Qué significa ese ‘un poco’? No entendemos lo que quiere decir”. Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo: “Están confundidos porque les he dicho: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver’. Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría”.

Oración introductoria:

Señor, tú me enseñas que los momentos de dificultad son momentos para crecer, para amar más, para centrarme en lo esencial, para crecer en confianza. Fortaléceme Señor, para salir de esta oración más unido a ti.

Petición:

Padre mío, ayúdame a vivir centrado en amar a Cristo y en ser de Cristo.

Meditación:

“Ustedes llorarán y se entristecerán…”. El dolor es una realidad que acompaña a todo ser humano. Pero, ¿cuáles son nuestros dolores? ¿Experimentamos el dolor del arrepentimiento por los propios pecados, nos duele el dolor ajeno o el ver a Dios rechazado? ¡Seremos bienaventurados si sufrimos y lloramos por estos motivos! ¿No será que muchas de nuestras tristezas provienen de un escondido egoísmo? Vivamos con verdadera esperanza, porque aunque nuestra vida esté marcada por pruebas y dificultades, corre como un río hacia el océano de Dios, hacia la plenitud de la paz. No nos inventemos cruces que no tenemos. Tenemos muchos motivos para estallar de gozo. No se trata de un simple estado anímico, la alegría puede convertirse en una auténtica virtud cuando se vive como fruto del dominio personal y de la mortificación de todo estado de ánimo negativo. El que cree en Cristo y espera en Él tiene siempre motivos para vivir alegre, para ofrecer una sonrisa, para ser en todo momento cordial y amable con los demás, para dedicarse a hacer felices a los demás.

Reflexión apostólica:

El Regnum Christi, al comprometernos apostólicamente en la gran misión de la Iglesia, nos ofrece un camino probado y seguro de profunda alegría y un medio eficaz para vivir y hacer vivir un cristianismo integral.

Propósito:

Buscaré mantener una alegría serena que brote de mi fe en Cristo.

Diálogo con Cristo:

Jesús, Tú me enseñas que el ser humano sólo puede realizarse en el amor, en la entrega generosa y confiada a los demás. Ayúdame a hacer esta misma experiencia cada día.

«La caridad engendra siempre alegría y paz» (Cristo al centro, n.372).