San Lucas 11,27-28:
El secreto de la vidaAutor: Regnum Christi
Fuente: Regnum Christi Para suscribirse
Evangelio:
Evangelio:San Lucas 11,27-28:
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del
pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos
pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que
escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.
Oración introductoria:
Señor, Tú me das estos momentos para agradecerte la existencia, el gran
regalo de la fe, el don de tu Palabra y de tus mandamientos que me guían hacia
ti. La mejor forma en que puedo agradecerte todo esto es corresponderte con mi
vida, con mi fidelidad y obediencia. Te pido por intercesión de María que me des
la gracia de cumplir siempre tu voluntad.
Petición:
María, enséñame a cumplir la voluntad de Dios, con el mismo amor y
entrega que tú.
Meditación:
El Señor siempre nos habla, pero espera más atención de nosotros. Por
eso Jesús nos dice que es importante escucharlo y poner en práctica su Palabra.
Es más, se puede decir que la vida cristiana se resume en esto. Hay que saber
fomentar el silencio interior para descubrir la voz de Dios en los
acontecimientos de la vida y en el prójimo, para quien el Señor nos pide un amor
concreto. El secreto está en escuchar la Palabra de Dios y practicarla. Quien
hace esto, ha triunfado en la vida. La práctica de la voluntad de Dios exige
sobre todo coherencia. Es fácil saber qué es lo que Dios quiere de nosotros o
descubrir su voluntad, pero nos cuesta seguirla. Es por eso que nos es necesaria
la autenticidad y la fidelidad a la propia conciencia para guiarnos siempre por
los valores cristianos, aunque esto nos exija. Aprendamos de la Virgen María a
acoger la Palabra de Dios en nuestro corazón con docilidad y a llevarla a la
práctica con esmero. Así seremos verdaderamente dichosos.
Reflexión apostólica:
Nuestra vocación al Regnum Christi ha sido pensada por Dios con amor
eterno. Cuánto hemos de agradecer nuestro llamado, porque nos ayuda a descubrir
el amor de Cristo y a seguirle más de cerca.
Propósito:
Ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo en mi conciencia.
Diálogo con Cristo:
Gracias Jesús, porque me revelas tu Palabra, me das unos pastores, unos
directores que me orientan y me ayudan a cumplir tu voluntad. Es tan fácil saber
qué es lo que te agrada. Sólo me falta ser bueno y generoso como Tú lo eres
conmigo. Jesús, dame tu gracia para comenzar cada día y renovar mi fidelidad.
«La fidelidad no es otra cosa que la obediencia pronta a todas las llamadas de
Dios» (Cristo al centro, n. 1037).