San Lucas 13,18-21:
¡Seamos levadura!

Autor: Regnum Christi

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Evangelio:

Evangelio: San Lucas 13,18-21:

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”. Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”.

Oración introductoria:

Señor, ayúdame a creer en ti y en todo lo que me has dicho y revelado porque Tú eres la verdad misma. Creo en ti, Jesús, pero aumenta mi fe.

Petición:

Padre Santo, haz que mi entrega brote del único anhelo de llevar a todos los hombres, mis hermanos, el mensaje del Evangelio, de ayudarles a experimentar a tu Hijo, Jesucristo.

Meditación:

Es impresionante que de una semilla pueda brotar un arbusto hermoso o que un polvo pueda transformarlo todo. Algo semejante es lo que produce la gracia en nuestra alma cuando cooperamos con ella y esto es lo que el cristiano debería realizar en el mundo: cambiarlo todo con su santidad. Por nuestro bautismo, estamos llamados a ser como el fermento en la masa. Hay tanto por hacer que no podemos conformarnos con vivir encerrados en nuestra comodidad. Con frecuencia podemos caer en la tentación de separar nuestra fe cristiana de nuestro compromiso misionero. Es urgente construir una nueva civilización cristiana y lograr un cambio cultural a favor de la vida, de la familia, etc. El primer paso consiste en formar la conciencia con la luz del Evangelio y realizar una labor educativa principalmente de los jóvenes y de los niños. Necesitamos el valor de asumir un nuevo estilo de vida que ponga como fundamento a Dios y dé primacía al ser sobre el tener. Sólo cultivando una profunda relación con el Señor podremos ser esa levadura para el mundo.

Reflexión apostólica:

La espiritualidad del Regnum Christi busca ayudarnos a vivir en plenitud nuestro bautismo en el mundo de hoy. Debemos trabajar con el dinamismo de la levadura, porque nuestra vocación es una vocación al apostolado.

Propósito:

Ver todos los días las noticias e informarme de lo que sucede en mi país y esforzarme por formarme mejor para influir positivamente en mi entorno.

Diálogo con Cristo:

Señor, minuto a minuto la vida es bella, preciosa y emocionante para quien la vive buscando agradarte en todo y trabajar por tu Reino. Concédeme ser como la levadura: discreto, sencillo, pero capaz de llenarlo todo de tu presencia y de tu Evangelio.

«No puedo cerrar las persianas, y ahogar en mi egoísmo el celo por la causa de Cristo» (Cristo al centro, n. 402).