XVII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Juan 6,1-15: La Nueva Pascua

Autor: Padre Miguel Esparza Fernández

 

 

"En aquel tiempo... Jesús tomó los panes, dijo la ación de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado... La gente, entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo..." (Jn 6,1-15)

A cada paso, el Evangelio nos sitúa en el punto de descubrir que el momento vivido por Jesús supone la situación de re-creación. Es tanto como decir, que, con Él, estamos "iniciando" la historia de la salvación. Lo que, en un momento, se había torcido y estropeado, ahora se re-hace y torna a la situación querida por Dios desde el principio.

Por eso, si miramos con atención, nos damos cuenta en seguida de los detalles que "se repiten", del los personajes que se "duplican", de las tareas que se "reasumen". Esto es claro en el Evangelio de hoy si nos acordamos de la travesía realizada por el pueblo de Dios a través del desierto. Desde ahí, el Moisés y el maná adquieren protagonismo. Un protagonismo que es ampliamente superado. Y lo son, porque la meta de la travesía, y, por consiguiente, esta misma es muy superior. Se trata no de una tierra más, por muy prometida que sea, sino de una situación que, para siempre y definitivamente, será superada por la acción de Jesús. Este se manifiesta, así, no como un libertador cualquiera, sino como el Mesías, el Salvador. Y, al mismo tiempo, el pan multiplicado está muy por encima del maná del Antiguo Testamento. (Aunque este aspecto se verá más y mejor en domingos sucesivos.)

A resaltar todo esto contribuyen detalles como la abundancia del pan frente a la "medida" del maná; la fe de los comensales, frente a la protesta de los israelitas; la iniciativa de Jesús frente a la petición de los que vivían el desierto...

En definitiva, estamos ante una nueva y definitiva pascua, con un nuevo Salvador, con un nuevo maná... para todos los hombres.

Todo esto es lo que celebramos y vivimos en la Eucaristía.