XV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mateo 13, 1-23:
Jesús…¡¡¡La gran noticia!!!

Autor: Mons. Miguel Esteban Hesayne

 

 

             No conocemos detalles del paso de Jesús,  de su vida oculta a su vida pública. Alrededor  de los treinta años deja su trabajo de artesano, su familia y su pueblo Nazaret. No se dirige a Jerusalén, centro religioso y fuente de orientación de la Ley Sagrada. Se encamina silenciosamente al desierto. Para la gente  de su tiempo, lugar de búsqueda espiritual y en particular, para los israelitas con un carácter simbólico de un peregrinaje a la tierra prometida. Jesús no busca en el desierto su paz interior  y una vida de austeridad y penitencia como tantos otros lo habían venido haciendo…

            Jesús es un buscador de Dios como “fuerza de salvación” para su pueblo. Ha venido sufriendo con el sufrimiento de la gente: la brutalidad de la dominación romana; la opresión tributaria que ahoga al campesinado; la crisis religiosa con  el  ritualismo   exigente y adúltero contra la Alianza establecida en el Sinaí: Dios y su pueblo amado y el Pueblo fiel adorador de su Dios. La religión venida a poder y mercancía…

            Un tiempo antes que Jesús marchara al desierto, apareció en las orillas del Jordán un “hombre llamado Juan” (Jn.1, 6) que venía del desierto con un mensaje de Dios para el pueblo. Con fuerte mirada profética  da su diagnóstico escueto y certero: la  historia del pueblo elegido ha llegado a un fracaso total y definitivo. Según el Bautista  (así lo llaman porque instaura el bautismo penitencial), el mal lo corrompe todo. La gente necesita una purificación total para volver a ser  Pueblo de Dios. El “bautismo” que ofrece Juan es  el nuevo rito de conversión, el comienzo de una nueva bendición divina  para el pueblo que ha traicionado a su Dios.

            Jesús al regresar del desierto a donde había ido a chequear  su proyecto de vida con la voluntad de su Abba, Padre, queda seducido por la visión profética de Juan. Para este “hombre del desierto” con notable estilo de vida ascética, sólo una cosa es decisiva y terminante: convertirse a Dios y abrirse a su perdón para restablecer la Alianza.

            Jesús comparte la visión de Juan y su esperanza. El pueblo encontrará a Dios acogiendo su perdón. Siempre y cuando se disponga a una conversión radical. Por eso, asumió el bautismo de Juan como signo de promover, en el pueblo,  un cambio radical de vida  en todas sus dimensiones. Se hace bautizar por Juan y ese bautismo fue el arranque de su misión personal. A partir de ese momento comienza lo nuevo.

 Jesús  abandona la vida austera de Juan y sus discípulos.  Se transforma en un predicador itinerante haciendo discípulas y discípulos, celebrando comidas abiertas sin exclusión alguna, convertidas en símbolo expresivo  de la acogida a Dios y de la plenitud de vida, querida por Dios para todo el mundo.

            Con la aparición de Jesús, en la escena de la vida pública, aparece un estilo de vida cercano a Dios y eminentemente festivo. La ira de Dios, con Jesús, dio paso  a la misericordia. El bautismo con agua de Juan simbolizando el perdón de culpas por un  Dios enojado, con Jesús, alcanza el dinamismo transformador del fuego, en la realidad liberadora de la presencia del Espíritu de Amor del Padre y del Hijo en DIOS-AMOR.

            CON JESÚS TODO EMPIEZA A SER DIFERENTE.- El temor en amor. El miedo en confianza. Con Jesús no solo cambia la experiencia religiosa sino también la experiencia de las relaciones humanas. Con Jesús cambia la vida familiar y social, la economía y la política. Jesús invita a la gente a mirar la vida de manera nueva.

            El eje del nuevo mensaje que Jesús proclama es que Dios es Padre y Madre. Sus palabras y actitudes son una invitación a la más profunda conversión: la de la motivación del corazón y de la misma mentalidad con la que se encare la existencia humana. La novedad de su llamado a conversión es original: invita a ser uno mismo buscando el pensamiento cariñoso de Dios para consigo mismo.

        Jesús es la “gran noticia” para el Pueblo,  en tanto lo sea desde cada persona.