Memoria de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá
Mateo 12, 46-50: Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti * Señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanosAutor: Fr. Nelson Medina F., O.P
Sitio Web: fraynelson.com
Lecturas de la S. Biblia
Temas
de las lecturas: Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de
ti * Señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis
hermanos
Textos para este día:
Zacarías 2, 14-17:
«Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de
ti, dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día; ellas
también serán mi pueblo y yo habitaré en medio de ti y sabrás que el Señor de
los ejércitos me ha enviado a ti. El Señor tomará nuevamente a Judá como su
propiedad personal en la tierra santa y Jerusalén volverá a ser la ciudad
elegida».
¡Que todos guarden silencio ante el Señor, pues él se levanta ya de su santa
morada!
Mateo 12, 46-50:
En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su
madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo
entonces a Jesús:
«Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo».
Pero él respondió al que se lo decía:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi
Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Homilía
Temas de las lecturas: Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en
medio de ti * Señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y
mis hermanos
1. La Pintura
1.1 La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don
Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó
al español Alonso de Narváez (hacia 1560) que pintara una imagen de la Virgen
del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla. La pintura fue realizada
sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por
49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la
Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y
a San Antonio de Padua.
1.2 El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos
de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo
de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla
completamente borrosa. Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a
Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se
encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que
tiempo atrás había sido usada como oratorio.
2. La Renovación
2.1 Al
comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María
Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en
el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
2.2 El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó
frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese
momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia
la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente
los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de
la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a
Nuestra Señora de Chiquinquirá.