Marcos 4,26-34: Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía * Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo
Autor: Fr. Nelson Medina F., O.P
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fraynelson.com  

 

Lecturas de la S. Biblia

Temas de las lecturas:
Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía * Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo

Textos para este día:

Hebreos 10,32-39:

Hermanos: Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando os exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando os hacíais solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores, y permanentes. No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá de fe, pero, si se arredra, le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.

Marcos 4,26-34:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.


Homilía

Temas de las lecturas:
Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía * Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo

1. Hombres de fe, destinados a la salvació

1.1 Es hermoso el apelativo que nos regala hoy la Carta a los Hebreos: "hombres de fe, destinados a la salvación". Sin embargo, y esto es igualmente importante, es posible caer de la salvación. Un tema discutido en el mundo protestante pero bien claro en el ámbito católico. La idea de "una vez salvo, siempre salvo" sencillamente no es bíblica.

1.2 Si hubiera que resumir la Carta a los Hebreos en una sola palabra, bien podría ser una exhortación, un grito: "¡Persevera!". Es una recomendación que no sale de la nada sino de la realidad humana que todos llevamos dentro y que nos anega por fuera. Nuestra condición temporal nos hace inevitablemente proclives al cansancio, la duda, la mediocridad, la deserción, la apostasía. Ignorar esto no es resolverlo sino sencillamente eso: ignorarlo.

1.3 Y puesto que el problema es una especie de "lucha contra el tiempo", es maravilloso ver la manera como el autor de este magnífico documento danza con el tiempo. Al fin y al cabo, danzar es darle un ritmo al tiempo, es en cierto modo someterlo a una ley. Y la "danza " de este autor es su modo de apelar al pasado y al futuro, con tino y con gracia, para mover nuestra atención desde el agobio del "hoy" hacia las tonadas profundas y los cantos de fiesta que nos saludan desde el pasado y desde el futuro.

1.4 Hace cantar al pasado recordándoles cómo fueron: " Recuerden aquellos primeros días en que, recién iluminados por el bautismo, soportaron duros y dolorosos combates. Unas veces fueron expuestos públicamente a insultos y tormentos; otras, compartiendo los sufrimientos de los hermanos que eran maltratados. Pues se compadecieron de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que están en posesión de otros bienes mejores y perdurables." Les hace oír los preludios del futuro con estas palabras: " no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande. Lo que ahora necesitan es la perseverancia, para cumplir la voluntad de Dios alcanzar lo prometido. Atiendan a lo que dice la Escritura: Pronto, muy pronto, el que ha de venir vendrá sin retraso; y mi justo vivirá por la fe, pero si desconfía, dejará de agradarme. Pero nosotros no somos de los que retroceden para su perdición, sino hombres de fe destinados a salvarnos."

2. Como un grano de mostaza

2.1 Aquel canto carismático, tan difundido, seguramente viene a nuestra memoria. Y es bueno que una canción pueble nuestra mente, si ello nos ayuda a enamorarnos del precioso mensaje de Cristo Jesús.

2.2 El mensaje es sencillo: lo más pequeño puede llegar a ser lo más grande. Sin duda a Cristo le llamaban la atención y quería que nos atrajeran los contrastes: hay primeros que serán últimos; el que se ensalza será humillado; lo pequeño quizá será lo más grande; lo oculto quedará de manifiesto... En todos estos casos el Señor parece exhortarnos a no fiarnos de las apariencias, o quizá más aún: a desconfiar de lo que aparece y buscar el estilo y el plan de Dios en aquello que no aparece, en lo que no se impone por sí mismo ni se hace propaganda a sí mismo.

2.3 Asumir la "lógica del grano de mostaza", entonces, es todo un programa de vida: es pensar que Dios puede decir sus mejores discursos por boca de los que juzgamos torpes, inútiles o poco listos; es amar lo sencillo, lo sobrio y lo discreto, y desconfiar de lo ampuloso, lo prepotente o lo deslumbrante; es cuidar la vida frágil: la del embrión, la del agonizante, la del emigrante; es adorar con las cosas elementales y con la gente que no cuenta; es creer con fe viva que en la Eucaristía está Él.