Memoria: Santa Inés de Montepulciano, OP
Juan 3,1-8:
Mateo 25, 1-13: ¡Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero! * Esta es la joven virgen previsora, a quien el Señor encontró en vela, y que, al llegar el Señor, entró con él a la boda

Autor: Fr. Nelson Medina F., O.P
Sitio Web:
fraynelson.com  

 

Lecturas de la S. Biblia

Temas de las lecturas: ¡Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero! * Esta es la joven virgen previsora, a quien el Señor encontró en vela, y que, al llegar el Señor, entró con él a la boda.

Textos para este día:

Apocalipsis 19, 1.5-9:

Yo, Juan, oí algo parecido a la voz potente de una gran muchedumbre, que decía en el cielo:

«¡Aleluya! Nuestro Dios es un Dios salvador, lleno de gloria y de poder».

Y del trono de Dios salió una voz que decía:

«Alaben a nuestro Dios, todos sus siervos, los que lo temen, pequeños y grandes».

Oí entonces algo como el rumor de una muchedumbre inmensa, como el estruendo de un río caudaloso y el retumbar imponente de los truenos. Decían:

«¡Aleluya! El Señor, Dios nuestro, todopoderoso, ha establecido su reinado. Llenémonos de gozo y alegría y alabemos la grandeza del Señor, porque ha llegado el tiempo de las bodas del Cordero, y su esposa ya está preparada. Dios le ha concedido vestirse de lino finísimo y deslumbrante».

El lino representa las obras buenas de los santos. Entonces un ángel me dijo:

«Escribe: “Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”».

Mateo 25, 1-13:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:

«El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó un grito:

“¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!”

Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras:

“Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.

Las previsoras les contestaron:

“No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo”.

Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron:

“Señor, señor, ábrenos”.

Pero él les respondió:

“Yo les aseguro que no las conozco”.

Por eso, estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora».


Homilía

Temas de las lecturas:
¡Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero! * Esta es la joven virgen previsora, a quien el Señor encontró en vela, y que, al llegar el Señor, entró con él a la boda.

1. La Santa de la Mansedumbre

1.1 El nombre "Inés" viene del latín, en que significa "Cordero." Las biografías coinciden en describir a la santa que hoy recordamos como un testimonio vivo de aquella sencillez, pureza, humildad y mansedumbre que suelen asociarse con los corderillos.

1.2 El ejemplo de mansedumbre es particular, en concreto, porque no son muchos los cristianos que parecen haber hecho caso a la suave invitación del Maestro: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón." Y de hecho, si el humilde se pone de ejemplo a sí mismo--cosa que parece contradecir la humildad--ello debemos mirarlo como una descripción de este mundo en el que esta virtud la halló el Señor tan escasa que para mostrarala genuina tuvo que apuntar hacia sí mismo.

1.3 La humildad pertenece a la esencia de la mansedumbre pero hay en esta última algo más, una especie de dulce hospitalidad, un género de amable pureza de alma, que hace la compañía de las personas mansas nos cautive y atraiga, y se vuelva descanso del corazón atribulado.

2. Fundadora y líder

2.1 La mansedumbre no es pasividad y por eso no riñe con un estilo de amoroso liderazgo. Tal fue el caso de Inés, fundadora del monasterio de Monjas Dominicas en la población italiana de Montepulciano. Por si no fuera ya difícil intentar una empresa de ese talante, piénsese la oposición que tuvo que vencer, dado el hecho que la primera casa que tuvieron las monjas estaba pésimamente situada y la edificación misma fue usada prácticamente como burdel.

2.2 El hecho de que una casa y un sector de la ciudad pudiera ser así "redimido" nos habla del vigor y el liderazgo de Inés, pero también trae un mensaje para todos: no es el pasado quien ha de dominar el futuro, sino al revés; no es el pecado el que pondrá condiciones a la gracia, sino ésta quien habrá de vencer sobre aquel.

2.3 Tal victoria se volvió famosa en el donde Inés para alejar la influencia del espíritu del mal. Casi podría hablarse de una "exorcista" que tenía la gracia particular de aterrorizar al espíritu que suele aterrorizar a los humanos. Al fin y al cabo nada puede humillar tanto a la soberbia como la humildad.