IV Domingo de Adviento, Ciclo A
San Mateo 1, 18-24:
El Nacimiento de Jesús

Autor: Monseñor Rubén Oscar Frassia 

 

 

¡Qué hermoso saber cómo Dios quiere compartir con nosotros su vida y su destino! ¡Cómo Dios quiere darnos y se nos da, cómo se rebela, cómo se manifiesta, cómo se entrega! Elige a estos personajes bíblicos que son de una riqueza insondable. María, cuando fue la propuesta que le hizo el ángel ella aceptó. José, su esposo, que todavía no había convivido, también tiene dudas, pregunta, el ángel se le aparece en sueños y acepta, obedece.

 

Ahí hay un criterio de vida. Si yo tengo dudas, volver a preguntarle a Dios y en la fe, uno lo va a entender. Toda persona que piensa pasa por periodo de dudas. Pero siempre, para poder entender y poder responder, hay que vivir en clave de fe. Por eso, el que tiene fe obedece. Quien no tiene fe es un rebelde y rompe todos los vínculos con Dios, con la Iglesia, con sus padres, con sus familias, con sus amigos, con las personas, con la sociedad y con el mundo.

 

¿Ven cómo la fe está metida en las cosas de los hombres?

¿Ven cómo la fe perfecciona la naturaleza humana? Cómo Dios nos diviniza, haciéndonos más responsables y más humanos.

 

Pidamos entonces, ante la proximidad del Verbo que viene a nosotros a salvarnos, a traernos la luz, a no permanecer en las tinieblas, a no quedar a oscuras, a que ningún pecado haga sombra ante Dios, porque la sombra hace más profundas las distancias.

 

Pidamos entonces al Señor, en este día, que también nosotros vivamos de fe y de obediencia, para que podamos dar frutos, y frutos en abundancia.

 

Si cada uno alimenta su fe, si cada uno obedece con esa obediencia inteligente y libre, con ese amor de voluntad y no con ese capricho de amor de ganas, porque es muy importante poner la voluntad para que la fea sea profunda y para que el amor sea verdadero.

 

No hacemos lo que se nos antoja. Hacemos lo que creemos, lo que amamos y lo más verdadero.

 

Les dejo mi bendición: en el Nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén