II Domingo de Adviento, Ciclo A
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 


Lectura del E
vangelio según San Mateo 3:1-12

 En ese tiempo se presentó Juan Bautista en el desierto de Judea predicando de esta forma: “Cambien su vida y su corazón, porque está cerca el Reino de los Cielos”. De él hablaba el profeta Isaías al decir: “Una voz grita en el desierto: preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. Juan vestía un manto de pelo de camello, con un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel de abeja silvestre. Entonces iban a verlo los judíos de Jerusalén, de Judea y de toda la región del Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán. Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a bautizarse, les dijo: “Raza de víboras, ¿acaso podrán escapar al castigo que se les viene encima? Muestren, pues, los frutos de una sincera conversión, en vez de confiarse en que son los hijos de Abraham. Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham aun de estas piedras. Fíjense que el hacha llega a la raíz. Y están cortando a todo árbol que no da buen fruto y lo arrojan al fuego. Mi bautismo es bautismo de agua y significa un cambio de vida. Pero otro viene después de mí, y más poderoso que yo y yo ni siquiera soy digno de llevarle los zapatos. El los bautizará en el fuego y en el soplo del Espíritu Santo. El tiene en sus manos el harnero y limpiará su trigo, que guardará en sus bodegas, quemando la paja en un fuego que no se apaga”.

Comentario breve:

Muchos expertos bíblicos aseguran que la narrativa de la infancia de Jesús que aparece en el Evangelio de San Mateo (capítulos 1 y 2) fue añadida al terminar el Evangelio. En ese caso, los versículos que leemos hoy serían el comienzo de la historia de Jesús tal y como la presenta el Evangelio de San Marcos. El personaje principal es Juan Bautista, el más grande de los profetas judíos. Los profetas de Israel no fueron aceptados por los reyes y los líderes religiosos porque sus mensajes desafiaban la corrupción de la autoridad política y religiosa. Juan es parte de esta tradición predicando al margen del mundo oficial de su tiempo. Al igual que en el movimiento profético de Israel, la persona del profeta no era tan importante como su mensaje. El mensaje de Juan es el mismo de Jesús en 4:17: “Cambien su vida y su corazón, porque el Reino de los Cielos se ha acercado”. Ambos exigieron una conversión radical de la persona a Dios en preparación a la nueva era en que el Dios de Israel será reconocido como Señor de toda la creación.

Tres ideas importantes: de la lectura:

  • El bautismo de Juan era un ritual que simbolizaba una conversión de corazón.

  • La manera de vestir de Juan es asociada con la del profeta Elías en 2 Reyes 1:8.

  • La prédica de Juan iba dirigida a los fariseos y los saduceos a quienes Mateo veía como enemigos de Jesús.

Para la reflexión:

1. ¿Qué puedo mejorar en mi vida como preparación a la Navidad? Explica.

2. ¿De qué modo estoy contribuyendo a la realización del reino de paz entre nosotros?